Me hubiese gustado ver cómo envejecías. Como te salían arrugas, y se te ponía cara de abuela. Como dejabas de llevar el pelo rubio, y te rendías a la evidencia de que la cana es bella.
Me hubiese gustado que hubieses cuidado de mis hijos cuando lo hubiese necesitado. Que hubieses visto mis lágrimas y mis más grandes alegrías.
Me hubiese gustado tenerte a mi lado, para que señalaras mis virtudes y apoyaras mis errores. Para que me hubieses enseñado a hacer paella, y a guisar las lentejas que tanto odiaba de niña.
Hubiese querido tenerte a mi lado ahora, que estoy haciéndome adulta. Ahora que la adolescencia ya no me sirve de excusa (en realidad hace mucho que no es una excusa). Ahora que el mundo se ha vuelto más real, y los problemas, menos infantiles.
Hubiese querido llevarte a los Sanfermines. Pero solo hubiese sido el principio. Te hubiese llevado a dar la vuelta al mundo en cuanto hubiese juntado dos duros para pagarlo.
Hubiese querido que vieras lo que soy capaz de hacer. Lo que estudio, lo que trabajo, y lo que me sacrifico por ser alguien mejor. Lo que amo, lo que odio, lo que necesito. Que me mirases a los ojos todas las noches y supieras leer mis pensamientos. Porque siempre fuiste un poco bruja.
Me hubiese gustado que no te hubieras marchado. Pero eso es obvio, ¿no?
Me hubiese gustado que hubieses cuidado de mis hijos cuando lo hubiese necesitado. Que hubieses visto mis lágrimas y mis más grandes alegrías.
Me hubiese gustado tenerte a mi lado, para que señalaras mis virtudes y apoyaras mis errores. Para que me hubieses enseñado a hacer paella, y a guisar las lentejas que tanto odiaba de niña.
Hubiese querido tenerte a mi lado ahora, que estoy haciéndome adulta. Ahora que la adolescencia ya no me sirve de excusa (en realidad hace mucho que no es una excusa). Ahora que el mundo se ha vuelto más real, y los problemas, menos infantiles.
Hubiese querido llevarte a los Sanfermines. Pero solo hubiese sido el principio. Te hubiese llevado a dar la vuelta al mundo en cuanto hubiese juntado dos duros para pagarlo.
Hubiese querido que vieras lo que soy capaz de hacer. Lo que estudio, lo que trabajo, y lo que me sacrifico por ser alguien mejor. Lo que amo, lo que odio, lo que necesito. Que me mirases a los ojos todas las noches y supieras leer mis pensamientos. Porque siempre fuiste un poco bruja.
Me hubiese gustado que no te hubieras marchado. Pero eso es obvio, ¿no?
El mundo es más pequeño desde que te fuiste...
...a donde quiera que fueras.