domingo, 25 de mayo de 2008

Cielo

Durante mucho tiempo creí que no me quitaría ese peso de encima. Pero lo hice. Lo hicimos. Hace ya algún tiempo.

Porque no hay nada en este mundo contra lo que no podamos luchar.

Porque lo único de lo que no podemos librarnos es de la muerte.

Y mis hombros, más descansados, se pasean al aire libre entre tus besos y tus manos.

Y el cielo, sobre mis hombros, es más azul y más brillante que nunca.

Porque no importa el tiempo que nos pasemos luchando. Luchar siempre tiene sentido.


Image Hosted by ImageShack.us

domingo, 11 de mayo de 2008

Por dónde empezar...

No soy la misma. No sois los mismos. No somos los mismos.

Podría escribir millones de versos adorando la amistad, la universidad, el amor, la lealtad. Podría escribir todo aquello que saliera de mis manos en un abrir y cerrar de ojos. En un suspiro. Pero no sé que es lo que siento. No sé por qué a veces nos complicamos tanto la vida, porque no puedo sentir lo que antes sentía. Quizás era ingenuidad. Quizás una forma de pensar que caducó. Solo sé que me cuesta involucrarme con la gente, que me decepciono, pero no como antes, y eso, a pesar de que parezca bueno, no lo es. Me decepciono menos porque me importa todo menos. Y eso es malo.

No puedo ni ser la misma ni ser distinta. No quiero dejar de sentirme como me sentía entonces, pero sé que ahora ya no hay nada que despierte esos sentimientos en mí. Antes podía dar la vida por un sueño. Ahora no.

¿Me he hecho mayor? ¿Es que acaso el mundo ya no me merece la pena para luchar por él? Las decepciones ya no son lo que eran. Estoy demasiado cansada de que el mundo solo mire por sí mismo. De que se solucione todo a balazos. A guantazos. ¿Tanto costaría mirar un poco más por los demás? Hace falta leer más libros y ver menos televisión. Hace falta salir ahí fuera y darse cuenta de lo que pasa en este planeta.

No siempre voy a poder mediar entre las personas. De hecho, ya hace algunos meses que dejé de ser "la serena". No puedo. No quiero. No me importa, que es peor. No me importan las discusiones, ya no quiero solucionarlas, quizás porque pienso que ya no hay nada que merezca la pena. Y es triste. Me pone triste pensar que nada me importa lo suficiente para cambiarlo.

Algunos sentimientos se perdieron en el tiempo. La amistad. La amistad tal y como la concebía entonces ya no existe. Todo se ha esfumado. En un bando y en el contrario.

Quiero cambiarlo.

Image Hosted by ImageShack.us


Pero no sé por donde empezar.

sábado, 3 de mayo de 2008

Vosotros

Ha sido un puente interesante. Divertido, sencillo, tranquilo y... con olor a viejos tiempos. Como si hubíesemos vuelto a ser los de antes, pero con otro sabor, más maduro, como el de la buena fruta.

A menudo tiendo a pensar que no podemos volver a ser los que éramos (algo que he repetido por aquí hasta la saciedad). Pero estos días han cambiado, en parte, mi visión de las cosas. Nos hemos sentado en el suelo de un tren, después de haber corrido por los pasillos de Atocha. Hemos escalado montañas medievales, y fotografiado a dos "niños" saltando a la comba. Nos hemos sentado en una mesa a cenar, y hemos dormido 6 personas en una misma habitación.

- Pues no habremos hecho y deshecho camas juntas...
- Y con cojines del sofá...

Puede que el tiempo nos haya hecho crecer, madurar, quedarnos en silencio de vez en cuando e, incluso, reirnos menos. O, mejor dicho, reirnos de cosas diferentes. Pero hay algo que el tiempo nunca podrá cambiar. A vosotros. A vosotros tal y como os recuerdo en mi cabeza.

Lo fácil es hacer amigos. Lo difícil es conservarlos. Y a algunos de vosotros os conservo desde hace casi 20 años. Y eso no tiene precio.

Image Hosted by ImageShack.us