jueves, 15 de diciembre de 2011
Don't Give Up!!!
A veces se me olvida qué es lo que me gusta, lo que quiero, lo que me hace feliz.
Arrastro penas que no sé ni qué penas son, porque a veces se me olvida. Se me olvida lo que NO quiero en mi vida.
Pero no me pienso rendir. Ni conformar. Ni hoy ni nunca.
Que no me quiero rendir.
jueves, 13 de octubre de 2011
El paso del tiempo
Otra de las maldades del tiempo es saber que todas las personas que quieres experimentarán alguna vez tu dolor. Sus madres, y sus padres, también morirán. Ellos también pasarán por lo mismo que pasaste tú. Y tendrás que verlo, y que apoyarles. Y sabes qué podrás hacerlo (no sabes cómo, de la misma forma que no sabes cómo lo hiciste entonces). Pero sabes que podrás. Y sabes que será duro. Muy duro. Y que no podrás permitirte flaquear delante de ellos.
Lo peor de que pasen los años (6 años ya) es que te vas haciendo mayor, y llegará un momento en el que habrás vivido más años sin ella, que con ella. Cómo duele imaginar un escenario así. Es la crueldad de haberla perdido tan pronto. Tan joven. Con 19 años.
Y saber que nunca, nunca, nunca podrás ser feliz de verdad. Podrás serlo al 99%, pero nunca al 100%. Nunca podrás explotar de alegría porque siempre habrá una espinita en tu pecho que te recuerde que ella no está. Que no se lo puedes contar.
Y duele. Duele ver a la gente con sus madres. Duele, y lo ocultas, y te callas, y te vas al baño a llorar. Porque ellos tienen madres y tú no. Porque no la volverás a tener.
Porque la última vez que la viste, que la tocaste, que la besaste, estaba fría. Tan fría que nada ni nadie puede imaginar lo aterrador que fue.
Cómo te echo de menos, joder.
miércoles, 12 de octubre de 2011
No lo aguanto
Odio que me pregunten por ti y tener que decir que ya no estás.
No lo aguanto.
Odio que no estés aquí, que no pueda contarte lo que hago, lo que pienso. Que no puedas ver los cambios que se producen en mi vida.
No puedo.
Te echo tanto de menos que a veces me ahogo. Pero nadie lo sabe. Pero no lo cuento. Pero no lo afronto.
Te quiero.
viernes, 26 de agosto de 2011
Familia feliz
No dudaría lo más mínimo en defenderlas de cualquier tempestad o tormenta . Y sé que ellas tampoco lo dudarían nunca. Es una relación totalmente incondicional, que te anima en los malos momentos, te arranca una carcajada, o te deja divagar mentalmente cuando lo necesitas.
Que no te juzga. Que te entiende y te comprende. Que es simple y natural. Auténtica.
No he conocido personas más grandes que ellas. Porque sí, claro, estoy hablando de mujeres. De mis novias. Aunque, a este paso, terminaremos siendo esposas.
Esta entrada se la quiero dedicar a una de ellas. Porque agosto está siendo su mes. Porque se lo merece más que nadie.
Y porque, no sé explicar cómo, cuando ella está feliz nos llena de felicidad a las demás.
Me encanta esta foto, creo que es una de las más divertidas del mundo...
jueves, 16 de junio de 2011
Despedidas...
Ayer se rompió un cachito de mi alma. Se desprendió. Me he pasado los últimos 7 años y medio de mi vida involucrándome, preocupándome, queriendo... No es que vaya a dejar de hacerlo. Simplemente ya no va a ser un trabajo (aunque fuera un trabajo gustoso).
Hace ya tiempo que tomé la decisión de dejar de ser profesora particular. Un trabajo a jornada completa como periodista, la idea de independizarme, y ganas de tener tiempo libre me lo imponían. Pero quise aguantar hasta final de curso. Quise ser justa y honrada con las personas que han sido una segunda familia para mí durante años.
No existen palabras que me ayuden a describir lo que estos años han significado para mí. Sí, me pagaban por dar clase, por ayudarles con los deberes, resolver dudas y enseñarles a estudiar. Pero 7 años son muchos años. Les he visto crecer. El pequeño tenía 5 años cuando empecé a enseñarle a leer. La mayor tenía 7 cuando sumábamos y restábamos en 1º de Primaria.
Me chincharon. Me quisieron. Me hicieron dibujos y me gritaron. A veces me daban besos y abrazos cada vez que me veían. Otras se escondían por la casa y hasta que no les encontraba no comenzábamos a estudiar. Durante dos semanas además de profesora fui niñera. Y se metían debajo de la mesa para no entrar en la ducha.
Ahora son más mayores (tienen 11 y 14 años) y los besos, los abrazos y los dibujos han pasado a mejor vida. Pero no importa. Sólo quiero que les vaya todo bien. Que sean felices (como lo han sido hasta ahora). Que aprendan a vivir disfrutando cada día. Que estudien si quieren y si no, que trabajen en algo que les guste. No soy su hermana mayor. Ya tienen una. Y muy buena. Pero les quiero como si lo hubiera sido.
Aunque la persona más importante de esa segunda familia es su madre. Vecina, amiga, florista. Una mujer que me vio nacer, que me dio trabajo antes de necesitarlo, y que me apoyó cuando todo se desmoronaba. Que me aumentó el sueldo cuando le dio la gana. Que me pagó de más en más de una, de dos y de tres ocasiones. Que me consiguió más clases entre las madres del 'cole'. Que me ofreció tanto trabajo que a veces tuve que rechazarlo. Una mujer que no me canceló una clase sin motivo jamás. Que, incluso si se olvidaba de que me tocaba ir, me recibía con los brazos abiertos. Que me invitaba a comer, a cenar. Que me regaló montones de ropa y ramos de flores. Que me vio llorar millones de veces.
Ayer me despedí de los niños. Un beso, un abrazo. Y ya no tendrán que aguantar mis quejas, mis manías: "Esa palabra lleva tilde. ¿Por qué no pones la H? Detrás de punto va mayúscula". Ni mis exigencias: "Hay que terminar el plan de trabajo de 'cono'. Un ejercicio más. Hay que estudiar inglés". Creo que al menos echarán de menos a mi parte menos pesada. La que les escuchaba cuando me contaban cosas que no tenían que ver con la clase. Al menos me despido sabiendo que les he enseñado algo: "Contigo me entero de las cosas, no me aburro. No eres tan pesada" me decía el pequeño hace apenas unas semanas.
Y también me despedí de su madre. De la matriarca de mi barrio, que da trabajo a todo el que puede y lo necesita. De una mujer tan grande y extraordinaria que no cabe en ningún sitio. Que cuando vio mi foto de graduación se puso a llorar.
Hoy tengo otra despedida. También va a ser emotiva. También me va a doler. Pero creo que me dolerá la mitad, porque llevo la mitad de tiempo dando clase a dos niñas maravillosas que también están creciendo. Aunque con una situación bastante diferente, y más difícil.
Gracias por leer hasta el final. Pero es que necesitaba rendirles homenaje.
jueves, 19 de mayo de 2011
Spanish Revolution
¿Somos el germen de un verdadero cambio?
Yo, por si acaso, no voy a dejar de ir a Sol, igual que he ido a la manifestación del 15 de mayo y a la del 7 de abril. Y no voy a dejar de ir tampoco a la que han convocado este sábado 21 de mayo.
¿Y en las elecciones? Votaré a cualquiera que no sea ni PP, ni PSOE.
Un cambio es posible. Querer es poder.
"No hay pan para tanto chorizo"
miércoles, 27 de abril de 2011
Miedo
No sé por qué. O a qué. Sé que no es un miedo a algo físico (otras veces tengo miedo a la muerte, a la enfermedad... Pero esta vez no).
De repente todo es oscuro, incoherente. Todo es incierto. Y todo puede salir mal. Y me pregunto si he tomado las decisiones correctas, si estoy donde quería estar.
Sé que en la vida hay millones de senderos posibles. Lo que no quiero es despertarme un día y pensar que me equivoqué de camino. Que es una calle cortada.
Descubrir dentro de 30 años que no he aprovechado lo suficientemente el tiempo.
Eso me da miedo.
martes, 12 de abril de 2011
Cada día
Sueña. Haz que cada día sea diferente. Que levantarte por las mañanas tenga sentido.
Busca. Busca a alguien con quien compartirlo. Con el que pienses en voz alta. Con el que no tengas miedo de ser tú mismo. Al que no temas enfadar por decir siempre la verdad.
Crea. Imagina un mundo mejor. Créalo. "Con tu puedo y mi quiero vamos juntos, compañero".
Lucha. No te rindas nunca. Ni por miedo, ni por hastío, ni por pereza. Vida solo hay una, y solo tiene sentido si das la cara por alguien. Si crees lo suficiente en algo.
miércoles, 6 de abril de 2011
Recuerdos
La vida sigue y no importa. Pero hay días, momentos, en los que recuerdo que antes les quería. Que eran importantes para mí. Y no merece la pena mentirme: les echo de menos porque éramos amigos. Porque crecimos juntos, porque compartimos sueños. Compartimos risas y llantos.
Ya no somos amigos. Pero no importa. Porque lo fuimos. Y porque puedo recordar aquellos tiempos con una sonrisa.
martes, 29 de marzo de 2011
Cosas que me gustan
Me gusta tener la cualidad de cerrarme en banda. De levantar un muro que solo dejo franquear a las personas que me conocen de verdad. Las que me miran a los ojos y saben si he llorado, aunque haya ocurrido hace horas.
Me gusta saber sonreír y mirar al infinito cuando no estoy de acuerdo con algo. Me gusta que no se den cuenta salvo aquéllos que deben advertirlo. Salvo aquéllos a los que nunca puedo ocultarles nada, aunque lo intente con toda mi alma.
Me gusta que, a veces, sigo siendo Patri y Snaf. Patri para unos pocos, Snaf para la mayoría. Y una mezcla de las dos a diario, para todos.
martes, 8 de marzo de 2011
Fantasmas del pasado
Sé perfectamente cuáles son los traumas y las secuelas de mi pasado.
Y aunque los conozco mejor de lo que me gusta reconocer, me siguen sorprendiendo con lágrimas cuando menos me lo espero. Me siguen obligando a apretar los ojos y contener los gritos hasta que desaparecen. Hasta el próximo día que vengan a visitarme.
Vienen y me ahogan. Y grito en silencio. El llanto oprime con fuerza y me callo todo lo que ya he dicho tantas veces que no merece la pena volver a repetir.
Me duele el pecho, y me rompe por dentro. Y en esos momentos, todo lo demás me importa un carajo.
Que le den por culo a todas las personas que solo saben sentirse desgraciadas por problemas que no son de verdad.
miércoles, 23 de febrero de 2011
23
Soy así, no puedo evitarlo. Recuerdo las fechas, todas las fechas. Sé que solo son un día más en el calendario. Tanto las buenas como las malas. Pero me gusta homenajearlas. Escribir entradas, hacer regalos, rememorar viejos tiempos.
Hace 7 años descubrí que el mundo tenía otra cara. Que el amor también había sido pensado para mí, aunque llevaba toda la vida pensando que 'era un bicho raro'.
Empecé a descubrirlo todo a su lado. Aprendí a soñar y a no tener miedo. Y me enseñó que hay personas incondicionales, que te quieren siempre, por encima de todo y de todos. Algo que luego el tiempo me volvió a demostrar con personas igual de imprescindibles a mi lado.
Aprendí que el mundo puede ser un lugar horrible (muy a mi pesar), pero también comprendí que el dolor compartido es más llevadero. Que los abrazos y los besos de madrugada calman los llantos. Que acariciarme el pelo es lo mejor que sabe hacer para dormirme.
A él no le gustan las fechas. Le cuesta recordarlas. Dice que no las necesita. Que el amor se demuestra todos y cada uno de los días. Y tiene razón. Pero como sabe que a mí me encantan, me guiña un ojo y se acuerda de las que son importantes para mí. Y nos vamos de viaje al fin del mundo.
Feliz día 23. Feliz número 7.
jueves, 20 de enero de 2011
Rosalía de Castro - A mi madre 1863
¡Ay!, cuando los hijos mueren,
rosas tempranas de abril,
de la madre el tierno llanto
vela su eterno dormir.
Ni van solos a la tumba,
¡ay!, que el eterno sufrir
de la madre, sigue al hijo
a las regiones sin fin.
Mas cuando muere una madre,
único amor que hay aquí;
¡ay!, cuando una madre muere,
debiera un hijo morir.
--------------- VIII ---------------
Ya toda luz se oscureció en el cielo,
cubriéronse de luto las estrellas,
y de luto también se cubrió el suelo,
entre risas, gemidos y querellas.
Todo en profunda noche adormecido,
sólo el rumor del huracán se siente
y se parece su áspero silbido
al silbido feroz de una serpiente.
¡Cuán tenebrosa noche se prepara!...
Mas al abrigo de amoroso techo,
grato es pensar que la hórrida tormenta
no ha de agitar la colcha de mi lecho
lunes, 3 de enero de 2011
Propósitos para 2011
Por eso he decidido retomar una tradición que tenía de adolescente: hacer una lista con los propósitos para el nuevo año. Nunca me sirvió para cumplirlos todos, pero sí para tenerlos presentes y no olvidar, día a día, que la felicidad depende en un 50% de nuestra actitud. Como dice Joan Manuel Serrat: "Hoy puede ser un gran día, imposible de recuperar, un ejemplar único, no lo dejes escapar...".
Éstos son mis propósitos para el nuevo año:
- Mantener una actitud positiva. Pensar que cada día "puede ser un gran día".
- Independizarme. Tengo unas ganas horribles de llenar mi casa de fotos, frases, recuerdos...
- Trabajar de algo relacionado con la Comunicación Social. Proyectos de comunicación para el desarrollo o comunicación en una ONG.
- O trabajar en una revista, periódico, página web... Con carácter periodístico de verdad.
- Ponerme en forma. Lejos quedaron los años en los que me sentía deportista. Para ello, apuntarme a natación o algún deporte. Y comer sano.
- Estresarme menos. Por los problemas del trabajo, los problemas familiares o de mis amigos. Sólo hacerlo por los problemas importantes de verdad. Para el resto... filosofía zen. Que por algo me llamaban "la serena".
- Valorar a las personas que quiero por lo que son, y olvidar sus defectos. Lo que importa es el fondo, y no la forma.
- Viajar, viajar y viajar. Hacer algún viaje a un país lejano, y hacer algunos pequeños viajes económicos para descubrir nuevas ciudades.
- Escribir mi novela. Ésa que llevo tantos años postponiendo, y que desde que decidí escribirla en firme (en octubre) me da pánico comenzar.
- Escribir en el Blog y en Suite, para no olvidar que es lo que realmente me gusta.
- No olvidarme nunca de mis chicas. Estén en la punta del planeta en la que estén. Estar siempre pendiente de ellas, quererlas y apoyarlas incondicionalmente.
- Dejar de dar clases. Me encantaba y me ayudaba económicamente. Pero ahora estoy bastante desmotivada con ellas, y el dinero no me compensa. Además quiero tiempo para hacer cosas nuevas.
- Apuntarme a francés. Me gustaba de pequeña y quiero retomarlo.
- Seguir formándome. Siempre. Estudiando otro máster, apuntándome a la UNED o haciendo cualquier curso. Simplemente, estudiar.
- Buscar cada día la felicidad y hacer lo posible para conseguirla. Y después, volver a buscarla... :)