viernes, 26 de agosto de 2011

Familia feliz

Hay algunas personas en este mundo a las que quiero muchísimo. Las quiero tanto que son mi familia, sin serlo. Que no compartimos sangre, pero compartimos todo lo demás.

No dudaría lo más mínimo en defenderlas de cualquier tempestad o tormenta . Y sé que ellas tampoco lo dudarían nunca. Es una relación totalmente incondicional, que te anima en los malos momentos, te arranca una carcajada, o te deja divagar mentalmente cuando lo necesitas.

Que no te juzga. Que te entiende y te comprende. Que es simple y natural. Auténtica.

No he conocido personas más grandes que ellas. Porque sí, claro, estoy hablando de mujeres. De mis novias. Aunque, a este paso, terminaremos siendo esposas.

Esta entrada se la quiero dedicar a una de ellas. Porque agosto está siendo su mes. Porque se lo merece más que nadie.

Y porque, no sé explicar cómo, cuando ella está feliz nos llena de felicidad a las demás.

Me encanta esta foto, creo que es una de las más divertidas del mundo...