miércoles, 3 de abril de 2013

Echarte de menos

Todos tenemos nuestros propias fantasmas.

Los míos tienen nombre. Tu nombre y tus apellidos.

A veces por la noche tardo una hora en dormirme. A veces tengo que taparme la boca para no gritar, para no despertar con mi dolor a la persona que duerme a mi lado.

A veces tengo miedo de dejar de echarte de menos. A veces duele demasiado añorarte tanto.

El tiempo sigue pasando. Las personas siguen andando. Y el mundo sigue girando.

Y la gente se sigue muriendo.

Como tú. Hace ya tantos (y tan pocos) años.


P-D: Una vez fuiste niña. Y eras la niña más bonita del mundo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

eres super bonita... tanto como Ella....muchos besitos...

Arcadia dijo...

Gracias... Aunque no sé quien eres...

carmen jiménez dijo...

No te olvido Arcadia. Te colaste en mi corazón hace ya tiempo y ahí te guardo. Hoy quisiera compartir contigo un poema de una poeta a la que admiro profundamente como poeta y como mujer. Es duro, pero la poesía buena siempre nace de las entrañas. Un abrazo grande. Te echo de menos.


Hoy ha sido, mi amor, tu cumpleaños
y no sé cuántos cumples.
Serían veintinueve si estuvieras,
pero no estás;
así que digo yo que serán nueve.

No hemos soplado velas de tu tarta,
casi estoy por decirte
que nadie se ha acordado, ni siquiera la abuela.
Hemos estado hablando de otras cosas,
de cosas que suceden a pesar de la fecha.

Hoy he vuelto a estar triste igual que muchas veces,
pero no era por ti,
era porque la vida, vida mía,
sigue sin darme tregua.
Sin dejarme un minuto para llorar tu ausencia.

Porque hay otros dolores que se imponen
con una inmediatez tan invasiva
que enmudecen tu risa y mi vacío.

Porque llorar por ti sería un lujo
que ni siquiera puedo permitirme.

Pero a treinta minutos de que acabe tu día
quiero tomar contigo este gin-tonic
-que ya tienes edad-
y que soples las velas que alumbran la tristeza.

Sin pensar si son nueve o veintinueve.