domingo, 16 de febrero de 2014

Fantasmas

Desde hace un par de meses me cuesta estar a solas con mis pensamientos. De hecho, no quiero pensar. Por las noches me vence el insomnio y por el día, cuando me quedo sola, siento miedo.

No es la primera vez. Quizás ése es el problema. Que todo esto me resulta demasiado familiar.

A veces parece que el destino nos gasta una broma macabra. Antes creía que esto me iba a perseguir toda la vida. Ahora lo sé.

Aunque a veces no lo parezca solo tengo 27 años. Pero me siento muy vieja, tremendamente vieja por dentro. Me gustaría preocuparme de lo que se preocupa la gente de mi edad.

¿Podemos dejar la salud tranquila durante, no sé, un par de décadas? O mejor aún, hasta dentro de muchos, muchos más años.

Cada uno tenemos nuestros propios fantasmas, eso lo sé, pero estoy cansada de que sólo vengan a perseguirme los míos.

No puedo ser la única positiva. Así que he decidido volver a escribir. Desahogarme. Escribir aquí lo que no quiero que nadie lea. Mis bajones, mis miedos, mis fantasmas.

Y por la noche, cuando nadie me oye, llorar en silencio.

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