Quería mantenerse enfadada, quería seguir alargando aquel juego un poco más.
Pero no pudo hacerlo.
En cuanto él se acercó, su cuerpo se tensó. No pudo apartar la cara, ni sellar sus labios. Notó como el latido de su corazón se aceleraba, y no pudo más que cerrar los ojos y dejarse llevar.
Sólo fue un beso. Fuerte. Pequeño. Distinto.
Cuando sus cuerpos se despegaron el aroma de su piel todavía impregnaba el aire.
Y ella no podía moverse.
Y el motivo del enfado había desaparecido.
8 comentarios:
Me gustó el beso,. y claro, es más fuerte que cualquier enfado,..
un saludo...
Hay besos que tiene un poder inimaginable...
Si, las fotos y textos (Quien dice textos, dice frases tontas) son míos.
Lo mismo digo, ha sido un placer descubrirte en este llenísimo mar de blogs.
Voy a añadirte a mi BlogRoll, ¿Puedo?
un beso.
PreCiosa!
[cuánto te echo de menos!]
ojalá existiera ese beso en mi vida
El amor, siempre el amor. Un texto muy bonito.
¡Saludos!
Hola, me encontré con tu blog, me gusto mucho este texto. Seguiré leyendo más. Saludos
¡Qué bonito cuando todo se puede arreglar todavía con un beso!. Pero rezaba el perfil de una amiga mía que "hoy es siempre todavía".
Estoy sorprendida con tu blog. Seguiré leyéndote.
Saludos.
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