Ser autentico siempre tiene un precio. Muchas de las personas que conoces te querrán por esa cualidad. Y muchas otras te odiarán por el mismo motivo.
Las personas auténticas de verdad no renuncian a un sueño ni venden una amistad. Y es que merece la pena rodearse de ellas, aunque pierdas a otras muchas por el camino.
Porque es mejor sentirse amado y odiado a partes iguales, que pasar inadvertido ante el resto de la Humanidad.
Prefiero que la gente me odie o me quiera. Porque eso significa que intento ser auténtica.
2 comentarios:
Ser como dices auténtico puede conllevar que caigas muy bien algunos y regular a otros.. pero siempre es mejor ser uno mismo,. y no ser alguien que no se es..
un saludo..
no es fácil ser realmente auténtico ...
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