¿Creéis que tiene razón?
Yo, por mi parte, creo que pasarse la vida buscando es de dos tipos de personas: de las que no se conforman con nada (y nunca aprenderán a ser felices) y de las que tienen miedo a conformarse con poco (que tampoco serán nunca felices).
Ahí os dejo si texto, a ver qué os parece.
"No quiero creer en la mujer de mi vida, ni en el amor verdadero. No quiero vivir por y para una misma persona: Ni bienes gananciales, ni panteón familiar.
Soy taxista, tengo ojos, y un espejo retrovisor que me permite diseccionar decenas de rostros cada día, algunos de ellos mágicos, únicos, inimitables. Me enamoro con frecuencia pero nunca de una misma mujer.
Por eso sería incapaz de comprometerme. Dime que has encontrado a la mujer de tu vida y te diré que acabas de tirar la toalla, que apareció la mujer apropiada en el momento justo y que piensas quedarte con ella. Que ya no quieres buscar más, o que no te apetece seguir buscando. Entonces te conformarás con ella y, con el paso del tiempo, cuando desaparezcan las mariposas del estómago, las chispitas en sus ojos o el sudor en las palmas de tus manos, te esforzarás por ensalzar sus virtudes, su encanto, blindarás tu alma con mil cerrojos y le darás la llave a ella. Sólo a ella.
Cuando te comprometes con una mujer y renuncias al resto, una parte de ti muere contigo: La del amor reciente. Las mariposas. La chispa del primer encuentro. La novedad de conocer a alguien en cada cruce de miradas.
Yo soy taxista y mi alma no admite cerrojos, ni llaves, ni dueñas. Y mantengo mis mariposas, mis chispas y mis cruces de miradas como el primer día: Tú hace años que no puedes decir lo mismo".
