Sé perfectamente cuáles son los fantasmas que me asedian por la noche.
Sé perfectamente cuáles son los traumas y las secuelas de mi pasado.
Y aunque los conozco mejor de lo que me gusta reconocer, me siguen sorprendiendo con lágrimas cuando menos me lo espero. Me siguen obligando a apretar los ojos y contener los gritos hasta que desaparecen. Hasta el próximo día que vengan a visitarme.
Vienen y me ahogan. Y grito en silencio. El llanto oprime con fuerza y me callo todo lo que ya he dicho tantas veces que no merece la pena volver a repetir.
Me duele el pecho, y me rompe por dentro. Y en esos momentos, todo lo demás me importa un carajo.
Que le den por culo a todas las personas que solo saben sentirse desgraciadas por problemas que no son de verdad.
1 comentario:
¡Que les den por culo! Y -peor aún- ¡QUE NO LES GUSTE!
Te adooooro
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