Sentí como si se rompiese. Como si un gran huracán viniera arrastrando a su paso todo lo que encontraba, llevándose por los aires todas las esperanzas. Se resquebrajaba. Finas hebras brotaban por sus costados, mientras la humedad y el paso del tiempo la estaban destrozando. Las palabras fueron como agujas que se clavaron, que destrozaron su aroma. Ya no era fuerte y robusta. Todo el encanto de antaño se había ido deteriorando.
Y yo sabía que era culpa mía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario