Y el alma
pesa como si fuera de acero.
Y el corazón
pesa como si fuera de piedra.
Y mi vida
pesa como si fuera de plomo.
Se me escapan
susurros de voz en el viento.
Se me pierden
aromas de sed y de aliento.
Se me nubla
la vista cuando me acuerdo.
Se me ciega
el alma de tanto tormento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario